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Marcel Messing
La llamada al despertar
13 de
marzo de
2010.
MARCEL MESSING (MM): ... y
desde allí se veían las Torres Gemelas. Ahora bien, estoy hablando
de hace ya más de veinte años que estuve allí. Y al mirar las
Torres Gemelas, las vi derrumbarse, destruirse, arder.
¡Estaba tan asustado! Sentí
la destrucción en cada célula de mi cuerpo. Hice un movimiento así [se
frota
los ojos]. No podía creerlo. Me afectó muchísimo.
Esa tarde llamé a mi alma
gemela y le dije: «Lo que acabo de ver es horrible. No
puedo comprenderlo con la mente. Tengo un fuerte
presentimiento de que va a suceder. No sé cuándo, no sé por qué, pero
sucederá».
Y luego algo extraño
sucedió. Marijke estaba conduciendo —ella siempre conduce— y eran
cerca
de las tres de la tarde hora francesa, nueve menos cuarto en Nueva
York... más o menos, si es que no me falla la memoria. Íbamos
conduciendo y de
repente le digo a Marijke: «¿Podrías
cambiar un momento la radio? Porque tengo un presentimiento muy, muy
fuerte
de que algo de gran impacto está ocurriendo».
Pusimos la radio y en ese
mismo instante escuchamos sobre el atentado de las Torres Gemelas.
Aprendí muchas cosas. Conocí a
un yogui que me
enseñó los secretos del Bhagavad Gita y me regaló un manuscrito. Él ya
me había visto anteriormente en un sueño y sabía
que iría a India.
También visité varios
monasterios tibetanos porque siento una conexión muy fuerte con el
pueblo tibetano. Los tibetanos me caen muy, muy bien. Son personas
maravillosas. Son honestos, abiertos, no violentos... porque ya sabes,
el
mundo entero está repleto de violencia. El maestro
me dijo: «Debes llevar tu
mensaje a la gente. ¡Adelante!».
Para mí esto marcó el
inicio de mi plan de actuación, actuar
intentando estar cada día en lo que Gandhi denomina «ahimsa», la no
violencia.
Porque lo que comprendí con
mi descubrimiento sobre las logias secretas como «Skull and Bones»...
he
leído los Protocolos. También leí mucho sobre las fuerzas ocultas y el
trasfondo del Consejo de Relaciones Exteriores, Naciones Unidas y la
Comunidad Europea.
Y luego, de repente logras
comprender toda la trama. Lo comprendes todo. Y más tarde comprendes en
un nivel más profundo que las fuerzas escondidas
detrás de
escena son
mucho más profundas de lo que la gente piensa. Es una lucha
de verdaderas Fuerzas del Mal contra la Luz.
Comienzo de la entrevista
BILL RYAN (BR): Soy
Bill
Ryan de Proyecto Avalon y hoy tengo el honor de estar aquí con mi amigo
Marcel Messing. La fecha de hoy es 13 de marzo de 2010. Y a muchos
espectadores, Marcel les resultará un nombre nuevo.
Y sin más preámbulos,
Marcel, porque este vídeo se trata de ti... de tu trabajo, tu
sabiduría, tu experiencia, tu percepción y tu mensaje, por eso te
invito a que saludes a todas las personas que están del otro lado.
Cuéntanos qué es lo que te gustaría decirles en esta ocasión a las
personas que están despertando en todo el mundo.
MM: Aprendí a una edad muy
temprana, desde niño, que el mundo no es lo que yo sentía en mi
corazón. Yo sentía que existía una estrecha relación entre los seres
humanos, los animales, los árboles, las plantas y el planeta.
Y cuando era niño miraba las
estrellas y a veces pensaba: ¿Qué son las
estrellas? Tal vez nosotros venimos de las estrellas.
Desde muy joven supe que
este planeta no lo es todo. Que hay más entre
el cielo y el infierno, como decía Shakespeare, de lo que podemos ver.
Así que descubrí muchas
cosas. Creía profundamente que cada persona que veía en el
mundo sentía al igual que yo; veía como
yo; escuchaba como yo. Y luego descubrí que no era así.
Así que en esa etapa,
cuando
eres un niño, te encuentras algo solo, un poco solitario. No es que me
ponga en papel de víctima, sino que es una sensibilidad que llevamos
dentro.
Y un día tomé una decisión
drástica: o la gente que me rodea está loca, o el loco soy yo. Y
decidí que yo no estoy loco. No me gusta decir que la gente está loca.
Sería faltarles el respeto.
Pero pensé y sentí
profundamente: Sé quien eres. Ve
por el camino que tienes que transitar. No hagas lo que otras personas
esperan que hagas. Sé honesto contigo mismo. Sé honesto con los seres
vivos que te rodean.
Así que empecé a transitar
este camino desde muy, muy joven. Nunca perdí este profundo sentimiento
dentro de mí de que somos seres espirituales. Más tarde si estudias
—yo crecí y me
eduqué en una familia donde se ha estudiado mucho, en la que había
muchas
cosas interesantes por aprender—, pero me di cuenta
que
lo más importante no es el conocimiento que llega a la mente, sino el
conocimiento que
llega al corazón.
Así que cuando caminaba por
la naturaleza y observaba las aves, escuchaba el sonido de los árboles
y miraba el cielo y las estrellas, tenía ya desde muy joven este
profundo
sentimiento: Todo es uno. Nosotros somos uno.
A medida que vas creciendo
sigues estudiando y luego vas a la universidad —pude estudiar
antropología,
filosofía y religión comparada— y te das cuenta que utilizas los
estudios
para saber más con tu corazón,
para
comprender
más
sobre
quién
y
qué
eres.
Claro que he escuchado
sobre la teoría de la evolución. Y en mi profesión como antropólogo
también se me ha educado, por ejemplo, con la teoría de Charles Darwin.
Pero tenía grandes dudas al respecto.
También leí otros libros.
Desde muy joven he realizado estudios en base a Ouspensky y Gurdjieff,
Krishnamurti, Ramakrishna, Ramana Maharshi; más tarde Balsikar. He
estudiado los Vedas, la antigua sabiduría india; la Advaita Vedanta, la
no dualidad. He visitado a maestros de la tradición zen y del budismo.
He viajado a India y conocido a muchísima gente buena, muy buenas
personas.
Así que en la
universidad me di cuenta: Estás
aprendiendo cosas que son muy interesantes, pero que no llegan al
corazón.
Y me detengo en la palabra
«universidad». Sabes, en la universidad encuentras muchas facultades y
especialistas. Y he descubierto que el especialista es alguien que sabe
muchas cosas a partir de menos. Está especializado. Ha perdido la
Unidad.
Así que descubrí que en la
ciencia no se puede encontrar la verdad. Existe incluso una especie de
control mental sobre aquello que debes aprender. Por ejemplo, he
descubierto que la teoría de Darwin está repleta de mentiras. No está
permitido decir esto en las universidades, porque nunca obtendrías el
título si lo hicieras. Pero más tarde decidí estudiar a Darwin, todo lo
que salía en su teoría.
Aprendí que el ser humano
no es el cuerpo material, ni el cerebro. Somos consciencia absoluta,
verdaderamente consciencia.
Transité un largo camino
hasta descubrir esto. Y luego de repente, tras haber vivido ciertas
experiencias de las que en ocasiones resulta difícil hablar... ahora,
en una época más abierta,
se
puede
hablar
de esto... y me di cuenta de que aquello que sentía desde pequeño,
aquella Unidad, es nuestra base. Es la base de todo: Somos Uno,
somos Unidad.
Y entonces miras a tu
alrededor
y ves un mundo dividido: peleas, guerras, hambre, terremotos,
maremotos, muchísimo poder, gente que roba de todo, algunas personas
que son tan ricas que te preguntas, te planteas: ¿Cómo es posible? ¿Necesitas todo esto?
Estaba en conflicto. Y así
comenzó mi
búsqueda: ¿qué es el mal? ¿de dónde proviene? Porque había
tenido un gran conflicto con este tema. No lograba comprenderlo.
Y pensé: Quiero conocer las
raíces del mal. ¿Por qué existe? ¿Por qué?
Así que realicé estudios en
base a los antecedentes del nazismo, el fascismo, el comunismo, y
descubrí muchas cosas que no se encuentran en los renombrados libros de
historia... cosas de las que está prohibido hablar.
Y escribí sobre esto.
También escribí sobre el significado de la verdad. ¿Qué es la verdad?
Como dijo Gandhi: «La verdad es Dios».
Y luego ves que estamos
envueltos en una red de mentiras.
Así que tras finalizar mis
estudios universitarios fui profesor universitario durante un tiempo.
Tuve la oportunidad de
enseñar a muchos estudiantes, a miles de estudiantes, y de disfrutar mi
profesión. Enseñaba antropología, filosofía y religión comparada. Con
mis alumnos
compartí diálogos y reuniones hermosas, y juntos hicimos un estudio
sobre qué es la verdad.
Y les dije a mis alumnos: «No me interesa la nota del
examen.
Únicamente me interesa el hecho de que sean buenos seres humanos. Eso
es lo más
importante».
Después de trece años como
profesor, enseñando a miles de alumnos, me pidieron que
trabajara como científico para una gran biblioteca en Ámsterdam. El
nombre de la biblioteca es Bibliotheca
Philosophica
Hermetica. Allí se puede encontrar todo el
conocimiento antiguo de la tradición alquímica proveniente del mundo
árabe. Se puede encontrar información sobre los grandes místicos de
oriente y occidente como Meister Eckhart, Jacob Boehme, o del Sufismo,
como Halai, Tabriz y Rumi.
E incluso hoy me doy cuenta
que desde joven he estudiado todos estos temas —religión,
espiritualidad— porque me lo dictaba el corazón: Sabría cuál era la verdad.
Así que si aceptaba ir a la
biblioteca en Ámsterdam, tendría la posibilidad de realizar estudios
sobre conocimientos de la antigüedad que ya había realizado con
anterioridad. Estaba buscando la oportunidad de hablar con gente sabia,
de viajar por varios países.
Y nos reunimos en India,
incluso en
el bosque, con algunos maestros maravillosos no muy conocidos... porque
a
menudo si no eres alguien conocido puedes ser un gran maestro y todo
es muy
sencillo... Así que conocimos a alguien en el bosque, fue como una gran
energía de amor, una energía de luz. Esta persona me enseñó algunas
cosas y tuve la oportunidad de aprender mucho.
Conocí a un yogui que me
enseñó los secretos del Bhagavad Gita y me regaló un manuscrito. Él ya
me había visto anteriormente en un sueño y sabía
que iría a India y
que tendríamos una reunión muy profunda. Así que por ejemplo, en aquel
país, a través de mi viaje y mis descubrimientos pude aprender sobre
muchos
de los tesoros de India.
También visité varios
monasterios tibetanos porque siento una conexión muy fuerte con el
pueblo tibetano. Los tibetanos me caen muy, muy bien. Son personas
maravillosas. Son honestos, abiertos, no violentos... porque ya sabes,
el
mundo entero está repleto de violencia.
Un problema para mí, el
querer actuar siguiendo aquello de «nunca uses la
violencia» y luego ves
muchísima violencia a tu alrededor.
Y más tarde conocí a
Rimpoches. Unos maestros magníficos, valiosísimos. Ese es el nombre,
«Rimpoche»,
y nos enseñaron muchas cosas
que puedes
comprender a través de tu propia consciencia.
He hablado con gente que
fue torturada y sus palabras realmente me conmovieron por completo. Me
dijeron que ellos podían llevar la tortura a un nivel más elevado que
su personalidad. Que lo hicieron por compasión hacia el mundo.
Así que pudimos llevar a cabo
algunos proyectos en India, construimos algunos edificios
para ayudar a la gente y durante mi viaje por aquel país aprendí
muchas cosas.
Aprendí qué son los
mantras, el significado de «Om
Mani
Padme
Hum»,
que no es únicamente una palabra, sino una vibración, una fuerza.
Aprendí el significado de «Om», que es también una fuerza y que
tienes que estar en reciprocidad con el universo si deseas hablar sobre
el «Om», la palabra... También puedes encontrar esto
en el Evangelio de Juan: «Al
principio
existía
la
palabra...»,
es
decir,
la
fuerza
de
la
vibración
portadora
de
armonía,
la
armonía,
la
base
del
universo.
Así que mi viaje no
fue únicamente teórico, también fue práctico. Y si bien años más tarde
estaría en la
biblioteca de Ámsterdam, luego mi viaje continuaría.
La vida me dio muchas
oportunidades, muchas posibilidades y
yo sentía intensamente aquello que también había escuchado
en el bosque en
India cuando el maestro
me dijo: «Debes llevar tu
mensaje a la gente. ¡Adelante!».
Cuando estábamos en el
avión, después de irnos de India, él falleció y yo me di cuenta
profundamente de aquello que había expresado a mi corazón: «Cuenta la
verdad a las personas y utiliza
tus estudios para comprender, para hacer más fácil la
comprensión».
Luego de haber estado
cuatro años en la biblioteca de Ámsterdam sucedió algo muy
extraño. Estuve en contacto con muchas personas de Europa y también
Estados Unidos que me pidieron que viajara a Nueva York para estudiar
el Manuscrito del Grial de De Boron.
Mi colega y yo fuimos a
Nueva York y luego de ver y estudiar el Manuscrito del Grial de De
Boron...
El
Grial es un símbolo muy importante en la cultura occidental, como se
puede apreciar en la obra de Chrétien
de Troyes, o en la historia de Wolfram von Eschenbach, y el tercer
manuscrito fue el de De Boron, el Manuscrito del Grial.
Luego de ver y conversar
sobre el
manuscrito me dirigí al Empire State.
No me gustan estas cosas.
Me siento como un verdadero extraño en las ciudades tecnológicas. No es
mi mundo. A mí me gusta el bosque, las montañas, los árboles. Hablo un
poco el lenguaje de los pájaros. Hablo con los animales, siento una
gran conexión con ellos. Así que si me encuentro en una gran ciudad
con torres altísimas, de inmediato siento que aquello no se corresponde
con los seres humanos. Prefiero
los robles, los árboles, los pájaros, el grito del águila, el
lenguaje de los ciervos.
Así que estaba en lo alto
del Empire State mirando el paisaje y
desde allí se veían las Torres Gemelas. Ahora bien, estoy hablando
de hace ya más de veinte años que estuve allí. Y al mirar las
Torres Gemelas, las vi derrumbarse, destruirse, arder.
¡Estaba tan asustado! Sentí
la destrucción en cada célula de mi cuerpo. Hice un movimiento así [se
frota
los ojos]. No podía creerlo. Me afectó muchísimo.
Esa tarde llamé a mi alma
gemela y le dije: «Lo que acabo de ver es horrible. No
puedo comprenderlo con la mente. Tengo un fuerte
presentimiento de que va a suceder. No sé cuándo, no sé por qué, pero
sucederá».
Después de eso, desapareció
de mi sistema de consciencia. Y estuve cuatro, cuatro años y medio
trabajando en la biblioteca sobre la tradición gnóstica, allí uno puede
realmente comprender el precioso manuscrito de Dante, «La Divina
Comedia», el manuscrito original con las ilustraciones de
Botticelli. Allí uno puede estudiar los manuscritos auténticos del
Grial, incluso
hay
escritores famosos que vienen a nuestra biblioteca, como Eco, para
escribir su libro «El
nombre
de
la
rosa», porque allí
están todos los manuscritos.
Y luego, de repente tuve un
fuerte sentimiento... muy extraño, como de soledad, con todo a tu
alrededor, con todo el conocimiento: ¿Es
esto
lo
que
tienes
que
hacer?
En aquel entonces daba
clases y enseñaba realmente a miles de personas. Viajé a Polonia, allí
se publicaron algunos de mis libros y di clases en Varsovia y Gdansk, y
en otros sitios; y allí asistimos a encuentros maravillosos.
Viajé a otros países para
hablar sobre la esencia de la vida. Estamos aquí en este planeta para
realizar lo que la cultura oriental denomina nuestro «dharma», nuestro
deber interior. Todas las
personas sobre la Tierra tienen un dharma,
una
tarea,
y
si
te
olvidas
de
esa
tarea,
entonces
es
una
vida
perdida.
Y
eso
es
realmente
una
lástima.
Así que yo sentía
profundamente que lo que enseñaba era bueno. Era bueno. Seguía un
flujo, una corriente,
pero el conocimiento también tiene sus limitaciones.
Y luego de haber estado
enseñando durante casi quince años, sentí la necesidad de irme a un
sitio en
silencio —no hablar mucho, sino meditar, contemplar, caminar, pasar
tiempo
en el bosque, saludar a la montaña con el «Namasté», hablar con las
serpientes
(que también tienen su propio lenguaje), hablar con las águilas—. Fue
una etapa maravillosa.
Vivimos casi once años en
la montaña my alma gemela, Marijke, y yo.
Pero en el fondo siempre
estaba el problema del mal. Siempre volvía a surgir.
En la montaña realizamos
estudios sobre el Bhagavad Gita. Tenía un manuscrito maravilloso que me
había regalado un auténtico
yogui. Empezábamos cada día con una
meditación de alguno de los libros de la historia de la espiritualidad,
a veces del Avesta —la sabiduría persa—, a veces de Los Vedas —la
sabiduría hindú—, en ocasiones del misticismo, como el Maestro Eckhart,
o del sufismo, como Rumi, Halai y otros grandes maestros del sufismo.
Y me di cuenta cada vez
con mayor frecuencia de que todo lo que uno estudia llega literalmente a la consciencia. Era
como si
todo aquello que era inconsciente alcanzara un nivel de
conocimiento con el corazón. Porque a menudo creemos que un libro no
puede ayudarnos. Un libro puede ayudarnos... un buen libro, un libro
espiritual.
Pero hasta cierto punto.
Llega un momento en el que
es necesario abandonar los libros, alejarse de ellos. Y por aquel
entonces, me alejaba de los libros cada vez más
Más tarde tuve una
experiencia en las montañas que me recordó a otra experiencia que ya
había tenido cuando vivía en los Países Bajos: Un día estaba
sentado observando un pequeño lago, mirando fijamente una
flor del lago. Y de
repente, desaparecí.
Fue una experiencia
realmente sorprendente, e incluso al hablar de ella sabes que no está
bien, porque uno no puede hablar sobre las experiencias. Así que en
esencia lo que estoy contando es mentira, pero no tengo otra forma de
expresar el contenido de esa experiencia: Todo es amor. Todo es luz. Todo es perfecto.
Y
me
llevó
diez
días
en
mi
cuerpo
físico
el
poder
interiorizar
y
fundar
mi
experiencia.
Afortunadamente,
no
había
recibido
enseñanzas
previas
relacionadas
con
lo que acababa de vivir.
Sentía profundamente en
todo mi cuerpo, tenía la certeza si se quiere —y al mismo tiempo no
soy yo quien lo dice— que se puede abandonar el cuerpo y estar fuera de
él.
Pero algo me mantenía en el
cuerpo. El corazón me latía muy, muy fuerte. Y tuve la sensación
entonces de que no necesitaba ningún medicamento. No se trataba de un
problema de salud, sino de otro fenómeno que estaba teniendo lugar en
mi cuerpo.
Por aquel entonces escribí
en diez días un libro titulado
«Bosque
iniciático». El libro se
desarrolla en
torno a India y uno de los personajes, Djaiana, representa algunos
aspectos de mi vida.
Fue el maestro en el
bosque quien me dijo: «Tienes mucho
que contar sobre tu propia experiencia para que la gente pueda
comprender».
Y como no me atrevía, no lo
hacía. Para mí las experiencias se reservaban para uno mismo y un grupo
reducido de amigos. Así que transcurrido un tiempo, me atreví a hablar
de ellas.
Y mientras estábamos en la
montaña de repente tuve una experiencia aún más profunda, pero no
positiva.
¡Era ansiedad! Nos lanzaron a lo que más tarde pude denominar el abismo. No tenía ningún fundamento.
¡No paraba! Y de nuevo,
las palpitaciones.
Me pasaba sobre todo en
la noche. Me ponía de pie y salía al bosque a caminar y
moverme un poco. Y un tiempo después mi cuerpo se relajó y
se restableció el contacto con todo lo que es.
Durante los once años que
vivimos en la montaña hicimos excursiones con pequeños grupos —por lo
general grupos de máximo veinticinco personas— por las cuevas del sur
de Francia y la alta montaña. Por ejemplo, con un pequeño grupo fuimos
a la cima de una montaña y les dije: «Por
favor,
permanezcan en
silencio.
Si
llegan hasta
allí
arriba,
intenten no
decir
nada.
Es
una gran pérdida de energía y es mejor escuchar lo que
la naturaleza tiene para decirnos».
En la cima de la montaña
siempre intentaba enseñar algo —nada preparado con antelación,
sino lo que surgiera—. En una ocasión maravillosa estábamos sentados en
círculo en la cima de la montaña y escuchamos todas las voces de la
naturaleza, porque la naturaleza habla cada día. Porque somos tan
ruidosos que hemos perdido todo contacto con las voces de la
naturaleza. Si
realmente escucharas un árbol, oirías su voz. Si realmente escucharas
el susurro de
las hojas de un árbol, oirías un mensaje.
No es tan extraño que en
el pasado los pueblos tuvieran oráculos basados en las hojas de los
árboles, porque eran
capaces de reconocer el lenguaje del viento, como dicen los pueblos de
la India.
Los indios suelen decir:
«Vosotros, occidentales, lo habéis perdido
todo ¡vuestras ciudades son tan ruidosas! No oís las voces de
nuestros arroyos. No se puede vivir en ciudades en las que no existe el
silencio».
Así que durante once años
realizamos pequeñas excursiones y visitamos grutas y cuevas. En aquel
entonces yo había reunido mucha información sobre la historia de los
Cátaros, un grupo de personas maravillosas que vivían en Ariège, sur de
Francia, y que tenían conocimientos de la antigüedad provenientes de
los
Esenios, grupo en el que surgió el magnífico maestro Jesús —esto es
conocimiento prohibido por la iglesia católica—.
Porque si quisieras saber
lo que realmente fue Jesús, también fue un poeta, y si leyeras el
Evangelio de los Esenios, encontrarías un poema del nivel de Rumi,
Tabriz y otros. Pero no; crucificamos, por ejemplo, a Jesús en dos
ocasiones: a través de la iglesia y otras organizaciones, y al perder
su lenguaje poético. Redescubrí todo esto en esa etapa. También
realicé estudios sobre las fuentes de los Esenios que llegaron hasta
mí. Y vi la estrecha y profunda relación que guardan con los
Cátaros.
He visitado cuevas
subterráneas muy profundas donde se llevaban a cabo las iniciaciones,
he reunido mucha información y hablado con personas portadoras del
conocimiento vivo de
la historia que transmiten el conocimiento de boca en boca.
Y más tarde, tras haber
vivido allí durante once años, de repente tuve un fuerte
presentimiento: Debes regresar a los
Países Bajos, a
Bélgica, para enseñar de forma más abierta.
Porque también había un
pequeño viaje en avión para llegar a la montaña, pero un viaje hermoso.
Me adueñé del silencio. Me adueñé de la contemplación. Fue necesario
tras haber pasado algunos años muy difíciles. Y luego este fuerte
sentimiento: Debes regresar.
Muy bien. Tomamos la decisión. Nos ofrecieron una casa en Bélgica.
Compramos la casa y concertamos una cita con... la mudanza; ¿cuál es la
palabra?
BR: Sería «la empresa de mudanzas».
MM: La empresa de mudanzas,
muy bien. Así que concertamos una cita con la empresa de mudanzas y me
acuerdo muy, muy bien que el hombre de la empresa de mudanzas coge la
agenda y nosotros le preguntamos si era posible mudarnos el 9 o 10 de
septiembre, o el 13, 14 o 15. Nos dijo que no, en francés: «Que
le onze septembre». Es
decir,
«sólo el 11 de septiembre». Así que no pensé más. El día anterior miré
las
estrellas
y nos mudamos exactamente el 11 de septiembre.
Y luego algo extraño
sucedió. Marijke estaba conduciendo —ella siempre conduce— y eran
cerca
de las tres de la tarde hora francesa, nueve menos cuarto en Nueva
York... más o menos, si es que no me falla la memoria. Íbamos
conduciendo y de
repente le digo a Marijke: «¿Podrías
cambiar un momento la radio? Porque tengo un presentimiento muy, muy
fuerte
de que algo de gran impacto está ocurriendo».
Pusimos la radio y en ese
mismo instante escuchamos sobre el atentado de las Torres Gemelas. Yo
estaba completamente abrumado. Marijke me dijo: «¡Estás tan pálido!» Y yo lo
sabía...
tenía el recuerdo de Nueva York, de las Torres Gemelas.
Estamos en un momento de
gran revolución en toda la Tierra, en todo el planeta, incluso en
nuestro sistema solar. No tenía las fuentes, ni la información, pero ya
tenía las fechas de mis primeras conferencias tituladas «La gran
revolución de nuestro planeta».
BR: Y si me permites
interrumpir esta preciosa introducción sobre tu vida, tu trabajo y tu
filosofía; la revolución de la que hablas también representa una
revolución para ti personalmente, ¿verdad? Porque en cierto modo
implica tu propia conexión como espíritu —como estudiante de temas
espirituales— con el hecho de que tu dharma fuera el tomar medidas en
este planeta teniendo los pies sobre la tierra. ¿Es correcto?
Sería...
MM: Es totalmente correcto.
Porque antes yo era una persona que contemplaba, meditaba y enseñaba
siendo plenamente consciente de que también uno por sí mismo tiene que
aprender todos los días. No
debemos creernos más grandes de lo que somos. Así que eres un
estudiante y además, enseñas. Pero después de concluir mi viaje y la
búsqueda sobre el origen del mal, tuve la certeza de que eso era el
mal. Fui plenamente consciente de que esto está manipulado. Está
manipulado.
Aquello que vimos en la
televisión algunos días después, lo repiten, lo repiten y lo repiten
hasta el cansancio. ¿Por qué lo siguen repitiendo? Para grabar en
nuestra conciencia que estamos preocupados.
Fue el comienzo de la
guerra contra el terrorismo. La guerra contra el terrorismo que
describo
en uno de mis
libros titulado «¿Despertaremos?»
Jamás hubiera escrito un
libro así de no haberme percatado de que no se trata de una guerra
política. Aparentaba ser una guerra política, porque había bastantes
indicios: el primer acto terrorista, el primer colapso económico.
Sin embargo, no nos damos
cuenta de que todo lo que vemos en el exterior es una proyección
interna de consciencia no despierta. Así que pronto comprendí cuáles
eran las fuerzas ocultas detrás de todo esto.
Es muy extraño. Mi primera
reacción no fue el enfado, sino la compasión. No podría decir que era
así
todos los días. A veces no estaba en armonía y pensaba: ¿Cómo puede la gente hacer esto? Es tan
cruel, tan horripilante.
Y ya sabes, la
mayoría de la gente mira la televisión y lee los periódicos; también
fue un segundo
descubrimiento que los medios de comunicación están completamente
manipulados. Y lo saben. Saben que no están diciendo la verdad.
Para mí esto marcó el inicio de mi plan de actuación, actuar
intentando estar cada día en lo que Gandhi denomina «ahimsa», la no
violencia.
Porque lo que comprendí con
mi descubrimiento sobre las logias secretas como «Skull and Bones»...
he
leído los Protocolos. También leí mucho sobre las fuerzas ocultas y el
trasfondo del Consejo de Relaciones Exteriores, Naciones Unidas y la
Comunidad Europea.
Y luego, de repente logras
comprender toda la trama. Lo comprendes todo. Y más tarde comprendes en
un nivel más profundo que las fuerzas escondidas
detrás de
escena son
mucho más profundas de lo que la gente piensa. Es una lucha de
verdaderas Fuerzas del Mal contra la Luz.
Esto lo puedes encontrar en
todas las tradiciones. Si coges el Corán, allí encontrarás algo más
sobre el diablo, «devil» en inglés. La palabra inglesa «devil» —diablo—
no es más que «d-evil» —el mal—.
Puedes encontrar más
información en las fuentes espirituales de los persas. Zoroaster nos
habló de Ahriman, la fuerza del mal, contra Ormazd, la
fuerza de la luz. También puedes encontrar este tema en los sutras de
Buda, allí se habla de Mara, un espíritu malo que es una gran
fuerza incluso en el universo.
Claro que también he
realizado estudios sobre los ángeles caídos, sobre Lucifer. Mucha gente
cree que es simplemente una historia, mientras la iglesia enseña que
los ángeles caídos existieron.
En aquella época también
realicé estudios sobre la traducción al inglés de las tablas de
arcilla, del libro de Enoc —que en hebreo
significa «el iniciado»—. Se
sabe que Enoc no murió naturalmente, sino que se lo llevaron de la
Tierra, aparentemente se podría decir que se lo llevaron en una nave
espacial.
Y puedes hallar muchas
fuentes en estos libros ocultos, como sucede con el libro de los
Jubileos, el libro oculto de Noé o el
libro de Enoc, que confirman que en el pasado y también en la
actualidad se mantuvo contacto con extraterrestres.
Por cierto, estoy
convencido de que probablemente este año o el año próximo la
desclasificación concluirá y que todo el mundo
sabrá cuál es la historia
oculta de los verdaderos extraterrestres. Porque Hollywood está
manipulando el tema, y también la ciencia. Se te ríen en la
cara si hablas de estas cosas.
Sin embargo, para mí está
muy claro que nuestra historia también está manipulada y repleta de
mentiras, lo cual se remonta a la historia de los denominados «ángeles
caídos».
Por ejemplo, si tomamos el
libro de Enoc, allí encontramos
que aterrizaron en
grupos
de cincuenta en el monte Hermon. Lo mismo se repite en
los Manuscritos del Mar Muerto en relación con estos ángeles caídos. Se
los describe como personas grandes, grises, en
ocasiones gigantes. «Nephilim» en hebreo, o «B’nai HaElohim»: los
hijos de los dioses. Estaban
aquí en la Tierra.
Incluso en el Génesis hay
un texto que hace referencia a ellos, aunque la iglesia lo ha
manipulado y lo ha quitado. Hay algunos fragmentos que afirman que «en
aquel
entonces los gigantes estaban en
la Tierra y se mezclaron con los humanos, con las mujeres».
Así que en mi investigación
sobre el origen del mal —sus antecedentes, por qué lo desconocemos— me
di cuenta de que el planeta Tierra ha estado manipulado durante miles
de años a través de personas de otros planetas y esto lo puedes
encontrar en la mitología de cualquier cultura sobre la historia de
los
luciferinos. Si la historia cuenta que Lucifer intenta poner su trono
por encima de la Unidad,
entonces
el texto original nos habla del «Mer-ka-ba», de este cuerpo de luz,
esta
radiación.
Significa que en el
universo existe la posibilidad —no la obligación, sino la posibilidad—
de que los seres vivos, sin importar el nivel de existencia en el que
se encuentren, puedan actuar en contra de la Unidad.
Este es el principio de la separación. Así que estas fuerzas del mal
son esencialmente ignorantes, porque si, en lugar de vivir en la
ignorancia, vives en el conocimiento, en «gnosis», no
actúas
de
esa
manera. Así que
incluso estas personas que llegaron aquí a la Tierra tienen mucho por
aprender.
Pero tuvieron el vehemente
deseo de poseer nuestro planeta, de poseer el sistema solar. De allí la
«Guerra de las Galaxias»
en la mitología. Y lo puedes encontrar en todos sitios, hay muchos
indicios. Es conocimiento prohibido porque si entendiéramos, si
comprendiéramos las
raíces del mal, sería peligroso para muchas personas.
BR: Marcel, ¿cómo
relacionarías todo este panorama general?
Porque anteriormente mencionabas el shock y la llamada al despertar que
experimentaste y que, por supuesto, han experimentado miles de
personas la mañana del 11-S, y que luego rápidamente notaste
que había algo totalmente oscuro en todo esto... que no se trataba de
la «guerra contra el terrorismo», sino de una guerra contra todos
los ciudadanos del planeta.
MM: Sí.
BR: Y ahora nos estás
comentando sobre las raíces antiguas...
MM: Ajá.
BR: ... y que existen
registros de visitas
extraterrestres en varias
culturas, y que muchos se refieren a ellos como gigantes.
MM: Ajá.
BR: Bien, no quisiera
atribuirte aquí cosas que no has dicho, pero ¿cómo encaja todo esto?
¿Cuál es la relación entre la antigüedad y la actualidad? ¿Cuál
es el conocimiento secreto? ¿Y cuál es el núcleo de la mentira que
nos contaron?
MM: El conocimiento secreto es
que la mayoría de las personas de este precioso planeta no saben que
están siendo manipulados en el sentido más amplio, en todos los niveles
de la sociedad.
Y cuando hablo de los
gigantes o Nefilim... también hay un texto precioso en los Manuscritos
de Nag Hammadi, se
encontraron manuscritos preciosos en la zona del Cairo. «Naga
Hammadi» también significa
«lugar
de las serpientes sabias». «Nagas» significa «serpiente». Y existen dos
tipos de
serpientes. Por un lado, están las serpientes reptilianas que son muy
malévolas; por otro, están las Nagas, gente de otros planetas muy
evolucionada, educada y generosa que compartió su sabiduría y nos
enseñó sobre la compasión y el significado de la verdadera
civilización.
Así que, por ejemplo,
existe un Evangelio de Felipe en los Manuscritos de Nag Hammadi.
Y allí encontramos ciertas formas de gobierno, ciertas frases sobre
los Arconte.
Y «arconte» —en griego «archontoi»— significa
«gobernante».
Los gobernantes. Y podemos
hallar datos de que los gobernantes han estado durante muchísimo tiempo
en nuestro planeta Tierra, intentando en repetidas ocasiones esclavizar
al mundo.
Así que incluso en los
textos
antiguos provenientes de fuentes cristianas —conocimiento prohibido,
claro— podemos encontrar muchísima información sobre
este tema.
¿Cómo lo lograron?
Personalmente me impactó porque en aquel entonces me di cuenta de todo.
¿Cómo lo lograron? Bien, debemos entender aquello a lo que denominamos
Nefilim, arcontes, gigantes o en la lengua sumeria Anunnakis: «aquellos
que descendieron del cielo a la Tierra». En la tabla número siete,
Enuma Elish,
se hace referencia a
ellos.
¿Cómo lo lograron? En
primer lugar se mezclaron con los humanos. Dañaron su código genético.
Esto supuso una pérdida de la capacidad que tenían nuestros hermosos
cuerpos para desarrollar consciencia absoluta
en relación con la consciencia del universo y el amor al que
denominamos Dios. Así que nos han ido esclavizando muy lentamente y nos
creímos que era normal.
Si estudiamos esta historia
y damos un gran salto hasta la actualidad, después del
11-S, podemos detectar claramente el sistema de control: Ley
Patriótica,
pasaportes biométricos, escáneres, más satélites, departamento de
Seguridad Nacional, cooperación entre los servicios
secretos, cosas como los bancos de datos de ADN.
Y no todo el mundo
comprende cuál es la fuerza que se halla detrás de todo esto. Como bien
describen las fuentes del Nag Hammadi, son los denominados arcontes,
los Anunnaki, las serpientes del mal que intentan esclavizar a la gente
de nuestro planeta.
Así que utilizan ciertos
métodos. El primero es el miedo. ¿Por qué? Porque si tienes miedo todo
tu sistema hormonal cambia.
Necesitamos nuestros
chakras, nuestras ruedas de luz. Necesitamos nuestro sistema hormonal.
Para que nuestro organismo
permanezca en un ambiente adecuado, necesitamos un cuerpo sano. Por
eso el miedo es el arma más poderosa que poseen. ¿Por qué?
La mayoría de la gente
desconoce que estas fuerzas no viven únicamente en un sentido
físico, sino que crean, por ejemplo, realezas, lo que más tarde será la
realeza, el linaje real.
Los reyes son gobernantes en representación de los dioses, es decir,
son
los intermediarios entre los dioses y lo que ellos denominan siervos o
súbditos. Debes entender que se trata de otro linaje.
Si realmente alguien es un
buen rey o una buena reina, como el emperador Ashoka de la India, famoso
por haber matado a mucha gente y luego, tras leer las
fuentes del Budismo, se dio cuenta de lo que había hecho y entonces se
deshizo de
todos los elementos no humanos: ofreció
protección a animales y árboles, y deseó la paz para su país.
Sin embargo, hay muchos
reyes que... y por favor, no estoy juzgando, no estoy en contra, porque
incluso aquellas
personas que a menudo hacen cosas que creemos que están mal o no están
bien siguen siendo nuestros hermanos y hermanas.
Nunca sabemos qué hemos
hecho en otras vidas pasadas. No siempre somos santos. A
la
gente le gustaría ser santa,
pero
únicamente
podemos
comprender
la
historia
del
desarrollo de la materia y la consciencia si somos
honestos con nosotros mismos.
Así que utilizan el miedo
porque a nivel invisible también viven en lo que podríamos
denominar el plano astral. Si uno de ellos muere, tienen ciertos
métodos mágicos,
rituales para llegar a lo que los tibetanos denominan «Bardo», a uno
específico para ellos.
Únicamente pueden mantener
su poder aquí, en este planeta... lo que voy a decir ahora es
muy importante porque no se encuentra en muchos libros. De hecho, nunca
lo he leído. Para mantener el poder necesitan un líquido muy especial.
¿Qué líquido? Sangre.
Si lees el libro de Goethe,
«Fausto», allí hay un
párrafo en el que el Fausto tiene que firmar un pacto con el diablo,
con el mal. Así que toma su pluma y está a punto de firmar. Entonces el
diablo le dice: «¡No! No firmes con
la pluma. Debes firmar con sangre».
¿Por qué? Porque Goethe era
un iniciado. Cuando Goethe dice en alemán «blut
ist ein ganz besondere Saft», está diciendo «la sangre es un
líquido
especial».
La sangre posee algún tipo
de fuerza que estos dioses carentes de amor necesitan para mantener
vivos sus cuerpos sutiles y así poder gobernar durante más tiempo
—recordemos que «arcontes» significa «gobernantes»— desde un plano invisible estableciendo contactos dentro de las
logias secretas.
Entonces la gente se
pregunta: «¿Cómo es
posible
que haya tantas guerras?»
Esta era mi pregunta de pequeño y así comenzó mi viaje, y te he contado
tan sólo una pequeña parte de mi viaje. ¡Ni siquiera podía dormir! ¿Por
qué existe el mal? ¿Por qué? ¿Por qué no vivimos en el amor? ¿Por qué
no vivimos en la compasión?
Mi descubrimiento fue que
estas fuerzas del mal comen y beben de las fuerzas negativas del miedo.
Así que si lees «La
Odisea» de Homero,
verás que algunas personas tienen que ofrecer su sangre a los dioses.
Así que con esto de «linaje»
nos referimos a que tienen un ADN
específico, un tipo de sangre específico, pero en lo que respecta al
alma somos todos iguales.
Así que, ¿por qué vinieron
aquí los Anunnaki, los Arcontes, los Nefilim, los B’nai HaElohim?
Podríamos decir: «Bien. Nos
han
arrebatado el planeta».
Pero nos estaríamos
olvidando
de un
escrito muy importante del Nag Hammadi. Te diré una cosa. Lo leí por
casualidad esta mañana. Estaba escribiendo para mi próximo libro y fui
a
consultar la fuente del Nag Hammadi, y allí encontré este pasaje:
«cuando los Arcontes, los gobernantes, creyeron que podían
hacer el mal por medio del libre albedrío, fue el Gran Espíritu quien
lo
permitió para que la gente aprendiera».
¡Y esto es muy importante!
Si juegas con niños, puede que te diviertas mucho. Pero si no te das
cuenta de que es un juego y haces de él tu identidad, incluso las
fuerzas del mal que tienen que aprender y nosotros mismos que también
tenemos que aprender estamos en peligro.
Así que por un lado,
estamos dentro de un juego, dentro de una mátrix donde existe un gran
poder que utiliza el miedo: atentados, crisis económicas, la
farsa del cambio climático. Por supuesto que existe un cambio
climático. El clima está cambiando muy rápidamente y estoy seguro de
que la mayoría de las personas no están preparadas para afrontar los
cambios más grandes de la evolución de los seres humanos, y que también
debemos cuidar de nuestros hermanos, los animales, los árboles. Siempre
pensamos «yo, yo y yo».
Creo firmemente que
necesitamos comprender ciertas historias como «La parábola del
hijo pródigo». Para mí es
una historia maravillosa. La escribí en uno de mis libros, «El
sembrador».
Esta no es sólo una
parábola que data de dos mil años. Es nuestra historia, porque lo que
nos dice sencillamente es que «hemos
abandonado nuestro palacio de luz y amor». Quiere decir que
nosotros también vinimos a este planeta con un objetivo, para aprender,
para ejercer la
compasión.
Porque mucha gente piensa:
«Bueno,
somos
consciencia absoluta. Somos todo lo
que es». Es cierto, experimenté ese sentimiento como te contaba
anteriormente... y sé que lo que estoy diciendo no es completo ni
correcto, son sólo palabras... pero hay más.
El conocimiento que
logramos comprender y adquirir en este hermoso planeta lo podemos
trasformar en sabiduría. Eso también es el descubrimiento de Dios.
Somos las voces y las manos de esta Unidad que puede aprender de su
propia
sabiduría.
A la gente le resulta muy
difícil creer y comprender esto. Parece una
especie de herejía, porque tenemos una opinión muy dogmática sobre lo
que es.
Por ejemplo, en un texto
precioso del Evangelio de Tomás llamado «Logium» los
discípulos piden al maestro: «Por
favor, explícanos qué es el Padre». Y tienes que saber que cuando
Cristo habla del Padre, al mismo tiempo habla de la Madre.
Entonces el maestro
contesta: «El Padre/Madre
es
reposo y movimiento, silencio y palabras». Así que si bien el universo
tiene
una forma material y está en movimiento, la esencia de la
materia en todas partes y sin excepción es siempre consciencia. Lo que
vemos es el cuerpo; lo que somos es consciencia.
Y en esta hermosa creación
lo podemos experimentar. ¿Qué es exactamente la separación? ¿Cuál es su
significado?
Así que si la «Parábola del
hijo pródigo» nos dice que hemos abandonado nuestro palacio de luz y
Cristo dice que somos luz, somos luz en la luz —y esto
lo puedes encontrar en todas las tradiciones, en la espiritualidad, en
todos lados—. Significa que si vinimos a este planeta y somos
seres espirituales no descendemos de un mono. Aquellos que sostienen
esta teoría, muy bien, saca tus propias conclusiones, yo saco las mías.
Si quieres creer que desciendes de un mono, adelante. Yo no.
Somos seres espirituales y
nuestra ropa, nuestra envoltura, es la materia. En la parábola esto
significa
que
hemos perdido nuestro cuerpo de luz. Los tibetanos lo denominan
«arcoíris» o «cuerpo de luz»; la tradición egipcia, «Mer-ka-ba».
Y al llegar a la Tierra,
comenzamos a ingerir otro tipo de comida, comida pesada. La parábola
nos habla de la carne de cerdo. Comida sin vida, sin vitaminas...
comida muerta... y esto produce un cambio en nuestro organismo, en
nuestra consciencia.
Así que esta pequeña
parábola nos dice que no sólo hemos perdido nuestra posibilidad de
tener un cuerpo de luz, sino
que además nos hemos vuelto más pesados, más densos en la materia.
Y las fuerzas Anunnaki
también comprenden esto y les gusta llevarnos hacia la esclavitud que
ellos mismos desarrollan a través del dinero y otros sistemas para que
continuemos atrapados en la materia. Como el nihilismo o el nietzschismo. La filosofía de Nietzsche es puro
ateísmo y materialismo, o comunismo y «absurdismo». Esto significa que
ellos siguen jugando su juego para que nosotros no despertemos.
Saben perfectamente
cómo crear distintas filosofías, teorías, como dicen los Protocolos:
«Déjalos
que crean
en el darwinismo, en Nietzsche y el comunismo».
Pero si realmente tu
consciencia está despierta, sabes que se trata de una gran mentira.
Cuando la parábola dice
«has perdido tu tesoro», en la
tradición oriental significa que hemos perdido el «siddhis», nuestro
potencial espiritual.
Tenemos
internet.
Tenemos
tecnología GSM, UMTS, satélites, sin embargo hemos
perdido la capacidad de ver con el tercer ojo a través de la materia.
Y nosotros les confiamos
nuestra evolución tecnológica y a ellos les encanta. Nos lo dan todo.
Nos dieron internet, tecnología GSM, satélites... nos dieron tecnología
y nanotecnología. No está mal. No está mal, ni está bien, y en este
momento quizás tengamos que usarla. Pero si haces uso de la tecnología
que sea de forma consciente porque ahora, por ejemplo, podemos llegar a
muchas personas si hacemos un buen uso de internet. Pero hazlo siendo
absolutamente consciente. Es un instrumento temporal.
Y la historia dice que
llegará el momento en que el hijo pródigo despertará. La misma historia
la puedes encontrar en la tradición oriental. Anteriormente te
comentaba que
esta tarde encontré una historia preciosa del mandeísmo. Los mandeos
eran un grupo como los esenios que hablaban de «mandaha’hai». «Mandaha’hai»
significa
Dios,
conocimiento
interior,
gnosis.
Esta historia habla de un
príncipe que abandona su Palacio de Luz, que se materializa y recorre
Egipto y otros países. Este príncipe cambia su alimentación, se olvida
de su destino y no recuerda su pregunta elemental: ¿Qué eres? ¿Quién
eres?
Estaba tan aferrado a la
materia que se olvidó de aquello que su Padre/Madre le había dicho:
«Bien, te quitaremos tu cuerpo de luz
—cuenta esta preciosa historia—. Ahora
tendrás
un
cuerpo
material
y
otros
cuerpos
sutiles,
pero
por
un tiempo
perderás tu cuerpo de luz ya que debes penetrar profundamente en la
materia, en el estado de separación».
Por encima de todo, está la
memoria. ¿Y qué es lo que hace el Padre/Madre, la reina y el rey del
palacio? Envían un águila con una carta en la espalda. Claro que
las águilas tienen un gran espíritu y en este caso son las mensajeras.
Han venido varios mensajeros a este planeta a traer amor: Budas,
Krishnas, Cristo, Mohammed y otros maestros. Vinieron aquí a enseñarnos
a través de un sistema que era bueno en aquel entonces, pero nosotros
debemos crecer e ir más allá de cualquier sistema de conocimiento.
Por supuesto que debes
recordar... recuerda que eres un ser espiritual, no eres miembro de
ningún grupo, no eres católico, ni hindú, ni budista, ni islamista;
eres
un ser espiritual libre. Así que la carta que traía consigo el águila
decía: «Por favor, regresa a casa,
por favor. Ya está bien, ya es suficiente».
Más adelante la historia
narra cómo el príncipe va despertando. Luego vuelve a recibir su cuerpo
de luz y más tarde regresa a su hogar y su otro hermano, al igual que
lo que sucede en la Parábola del hijo pródigo —es decir su verdadero
arquetipo, su verdadera consciencia— se halla en absoluta paz. ¿Y cuál
fue el descubrimiento?
El movimiento de Dios —de
allí que tenemos la capacidad de reposo y movimiento, silencio
y palabras—, el movimiento de Dios dentro del cual encontramos
consciencia absoluta se encuentra un poco separado temporalmente y él
no sabe quién, ni qué es, pero siempre hay señales en este
hermoso universo que hacen que despertemos, que evocan ese «por favor,
despierta».
También esta tarde te
comentaba sobre una breve historia de la tradición Maya. Muy popular en
este momento el 2012. Creo que muchas de las cosas que se dicen sobre
el 2012 son absolutamente ciertas, sin embargo la gente no siempre
comprende realmente su significado porque hay muchos que creen: «2012,
el final de todo». Pero se equivocan.
Habrá cambios
grandísimos... y muchos de ellos ya están ocurriendo. Pero por favor,
no debemos tener
miedo. Debemos comprender, porque hay otras fuerzas que intentan
sembrar miedo. Debemos comprender que se trata de un ciclo normal.
Y los Mayas, por ejemplo,
nos enseñan que hay una gran energía que está llegando ahora a la
Tierra procedente de las Pléyades, y sabemos por medio de fuentes
científicas que se trata del cinturón de fotones —hablamos de un tipo
de energía tremendamente fuerte y poderosa, incluso si estás de noche
en la cama absolutamente relajado puedes sentir esta energía
descomunal en tu cuerpo—. Esta energía está cambiando
nuestro ADN que está manipulado por las fuerzas que nosotros
denominamos Annunaki, Nephilim o Arcontes. Esta luz llega exactamente
cuando un periodo viejo se acaba, y ahora estamos haciendo la
transición de la Era de Piscis, del pez, hacia la Era de Acuario
—aproximadamente 26 mil años— y es un momento en el que se están
abriendo muchos portales en la Tierra y el sistema solar.
Y ellos, las fuerzas del
mal, lo saben. Saben que ahora se están abriendo muchos portales y
saben que el 2012 es el punto de cambio hacia otra constelación del
sistema solar completamente distinta que se halla en el centro de
la Vía Láctea, «Hunab Ku» para los mayas.
Es un cambio inmenso. Lo
siento muy fuerte en el cuerpo. La Tierra ha empezado a cambiar y cada
día, cada semana con
mayor intensidad. Cada vez
hay más terremotos y patrones climáticos extremos, aunque en algunas
ocasiones manipulados por las fuerzas del mal.
Lo más importante en este
periodo es la cooperación, no debemos tener miedo. Porque también
las
fuerzas del mal nos están enseñando algo: que si permanecemos
separados, entonces nos convertiremos en esclavos. Si vamos a cooperar,
si vamos a unir nuestras fuerzas, nuestra fuerza espiritual, entonces
podremos tener compasión porque ellos son también nuestros hermanos y
hermanas, entonces podremos perdonar e intentar vivir en el amor.
Y cuán difícil nos resulta
porque en ocasiones suceden cosas realmente horripilantes. Ofrecen a
diario una gran cantidad de sangre, guerras, niños y animales. Por
ejemplo, si las religiones sacrifican animales para sus dioses, lo que
no saben es que no existe ningún dios en todo el universo al que
le guste que mates animales para que hagas ofrendas con su sangre. Sin
embargo, a las fuerzas Anunnaki sí que les gusta la sangre de los
animales. Por eso todos los grandes maestros nos enseñaron: «No maten
animales». Por dos motivos: primero, tienen
derecho a vivir; segundo —y esto sólo lo decían en grupos secretos que
lo pudieran comprender— es
alimento para estas fuerzas.
Así que este joven realizó
una investigación, una búsqueda sobre el porqué de la existencia del
mal, y descubrió que el mal es una posibilidad en el universo, en el
juego de las fuerzas, y que el mal únicamente puede existir si la gente
no es consciente, si no despierta, si permanece en la ignorancia, si no
comprendemos cómo las atmósferas invisibles operan en nuestras
atmósferas
materiales.
Y si podemos entender esto,
entonces también comprenderemos lo que dicen los mayas, que el 2012 es
el año del regreso de Quetzalcóatl, es decir, su dios con forma de
serpiente
emplumada. Algunas personas piensan: «Oh,
se
trata
de
un
dios
Anunnaki,
de
un
reptiliano». Puede ser... yo
creo que es algo más.
En los estudios alquímicos
encontramos a
la
serpiente mordiendo su propia cola, esto significa que no vivimos en un
tiempo linear —del pasado, al presente, hacia el futuro—. También la
ciencia moderna nos ha enseñado que vivimos en una especie de matrix,
en un sistema de reciclaje, en una caja.
Y si ya han terminado otros
cuatro periodos —lo que el pueblo hindú denomina «Yugas» y en una
escala mayor, los «Kalpas»; esto lo podemos encontrar en la
ciencia babilónica de Berosus, cuando habla de los grandes periodos del
universo—. Y si este periodo llega a su fin y actualmente nos estamos
acercando, esto quiere decir que también han terminado otros
periodos de 26
mil años e incluso otros mayores.
Estamos atravesando la edad
de hierro, la época del Mal, la época de no saber quién o qué somos.
Una época de masacres, asesinatos, soledad. Una época en la que no hay
buena relación entre hombres y mujeres. Una época en la que los jóvenes
tienen que pertenecer a alguna pandilla porque de lo
contrario no saben qué hacer en este planeta. ¡A veces hay gente tan
hermosa aquí! No me refiero a los niños índigo que tienen una tarea en
particular, sino también a los otros jóvenes que quieren hacer algo
pero no
saben qué, ven que no pueden hacer nada y entonces forman pandillas,
por ejemplo. Esto se recoge en el
conocimiento antiguo de la India llamado Purana, el conocimiento de la
sabiduría antigua.
Así que si entendiéramos lo
que nos quiere decir el conocimiento alquímico a través del uróboros...
significa que las cosas se van repitiendo a sí mismas... no en la misma
medida, siempre hay alguna variable, algún cambio, pero desde luego que
este cambio no tiene nada que ver con el cambio del que nos habla el
presidente de
Estados Unidos.
Y al final, sigues estando
en la caja si no renaces, porque lo que la gente no sabe que yo he
aprendido también del budismo es que somos productores de energía
mental. Y mientras tu mente siga teniendo como base el deseo, seguimos
alimentando nuestros deseos. Luego Buda, por ejemplo, dijo: «Llegará un
momento en el que terminarás
con la muerte».
Él lo llamó «nirvana». Quiere
decir que se acabó.
Los cátaros lo llamaban
«endura». Es una palabra occidental y
significa que tú terminas con esto. Porque verás, el sistema de
reciclaje y lo que llamamos reencarnación es verdad. Existe, pero no
nos
hace libres.
Yo enseñé en su momento lo
que es el «thangka»
de los budistas. Verás, en el núcleo del «thangka», allí es donde la
gente se recicla.
Hay mucha gente que no sabe que aquellas personas que ves en el núcleo
reciclándose en varias condiciones de consciencia, también son Buda.
Así que en el núcleo también está Buda pero en movimiento, en división,
en personas.
El verdadero Buda se
encuentra fuera del «thangka»,
fuera del ciclo. Significa que nuestro espíritu de Buda, nuestra
consciencia cósmica, es el maestro del tiempo y del espacio, y mientras
sigamos deseando permanecer aquí en este planeta que es hermoso...
¿pero con el deseo podemos permanecer aquí? Es el regalo del universo.
¿Te gusta? Incluso cuando la gente sufre no se da cuenta de que está
creando energía nueva en sus mentes para un nuevo renacimiento. Por eso
los grandes maestros nos enseñaron que debemos tomar otro camino y con
esto no se referían a la reencarnación.
Por ejemplo, Cristo decía: «Si
no renaces del
agua y del fuego, no encontrarás el Reino de Dios». Todo el mundo sabía
que el agua, la
corriente, es el conocimiento interior y que el fuego es el espíritu
del
universo.
Así que si vamos a cambiar
nuestra conducta, si vamos a percibir a todos los demás como nuestros
hermanos y hermanas, si nos damos cuenta de que el hecho de pensar
«ellos son malos y yo soy bueno» es también
una forma de separación, entonces podremos dar el salto —no es que tú
des el salto—, pero el salto ocurrirá y todo estará bien. Todo.
¿Significa que no tenemos que actuar? No.
Puedes vivir al mismo
tiempo en dos niveles, el nivel que conoces y el nivel del sufrimiento.
¡Hay tanto sufrimiento! ¿Y qué es lo que te gustaría? Te gustaría que
el sufrimiento, el dolor terminara. Entonces deberías actuar de una
forma en la que no quedes ligado a los frutos de tus actos. Intenta ser
«vega», que la gran energía, el espíritu de
fuego opere a través de ti. Verdaderamente en esencia eres una
«persona»
—en latín «per» significa «a través»; «sonare» es... «sintonizar»—.
Ahora estamos atravesando
una época realmente difícil, pero nunca debemos perder la esperanza.
Puedo entender que algunas personas pierdan las esperanzas porque los
pioneros en nuestro planeta Tierra tienen que realizar un trabajo muy
duro. A veces están muy cansados. Puedo entenderlo. La gente realmente
no
sabe lo que están haciendo. Verdaderamente son héroes y no lo digo en
un sentido personal.
Pero siempre digo, «nunca
pierdas
las esperanzas» porque en el fondo de la caja de Pandora siempre hay
esperanzas. Y el regreso de la «serpiente emplumada» significa que el
nuevo ciclo comenzará con consciencia; consciencia de quién y qué eres.
Y luego puedes dar el siguiente paso que en verdad se trata del regreso
a nuestra consciencia.
Podemos salir de la caja.
Vemos la matrix. Vemos las fuerzas. Vemos lo que son los Anunnaki, los
Nefilim, los Arcontes e incluso comprendemos el precioso manuscrito de
la fuente del Nag Hammadi. Ellos creen que son los hacedores. Es
terrible. No. El espíritu del amor, déjalo salir, les dará
un lección muy, muy profunda.
BR: Ahora...
MM: Espero ser claro con lo
que digo. No lo sé.
BR: Es maravilloso.
Permíteme preguntarte un poco sobre el tema de la esperanza, porque
como bien sabemos, en la propaganda preelectoral del presidente Obama
se usó y abusó muchísimo
de la palabra
«esperanza» como un método de
control hacia la gente. Hablaban de que siempre habría algo para mañana
y nunca definieron, ni describieron nada. Siempre era lo mismo: «Bueno,
ya saben... lamentamos no tener dinero. Lamentamos que hayan perdido
sus
casas, pero hay esperanzas en algún sitio». Y eso atrapó a la gente. En
realidad
se usó como un mecanismo de control.
Ahora bien, tú no te refieres
a esto, ¿verdad?
MM:
No.
BR: Tú te refieres a algo
profundamente distinto.
MM: A algo profundo, sí.
BR: Y me gustaría que nos
hablaras para concluir este video sobre la revolución que nos contabas
y que has
experimentado personalmente después del atentado del 11-S, y los
motivos para el optimismo, el despertar de consciencia que tú has
visto. Precisamente los mismos factores que están
cambiando el planeta e influenciando estos tiempos dramáticos en los
que vivimos,
también están haciendo que la gente despierte. Son como bofetadas,
avisos para que la gente, que está aquí por un motivo, empiece a
actuar.
Y muchos de los que
ahora están viendo este video, también ven muchos otros. Están ávidos
de aprender. Están ávidos de información. Están ávidos de orientación.
Quieren saber qué hacer y
quieren saber cómo ser.
MM: Sí.
BR: ¿Es posible relacionar
todo esto de forma que podamos dar motivos a
la gente para creer que este juego no se terminó?
MM: Sí, voy a intentarlo.
En primer lugar, me alegro de que me hayas detenido en el tema de la
esperanza. En una ocasión Krishnamurti me conmovió profundamente, sólo
lo vi una vez y
fue suficiente. Recuerdo que en uno de sus libros decía: «Debes perder
toda
esperanza porque la esperanza es futuro». ¿Por qué decía esto? Por lo que tú
explicabas: por el falso motivo de la esperanza. Eso es lo que hacen
las religiones, lo que prometen los presidentes. Nos dicen: «Nosotros
cambiaremos todo, tú no pierdas la esperanza».
Eso no es lo que yo quiero
decir. Lo que yo digo es que la base del universo —según mi
experiencia— es la Verdad: amor, luz, inmortalidad, sin principio, sin
final.
Así que cuando empleo la
palabra «esperanza», quiero decir que tú no puedes
cambiar la base del
universo. Incluso los Anunnaki que creen poder cambiarla, no
pueden. Pueden alterar un poco la situación, pero ellos también sufren.
Muchas personas creen que
estos multimillonarios...
ahora tenemos un nuevo multimillonario en México, el Sr. Slim; también
están Buffet y Bill Gates. Todo esto es un juego de niños. El hecho de
convertirse en multimillonario implica no darse cuenta de que uno es
multimillonario interiormente, en un sentido espiritual, así que
pierdes tu alma.
Así que, ¿qué podemos hacer
cuando el mundo se encuentra en una situación tan dramática? Y lo
digo con el corazón, con todas mis posibilidades para
explicarlo: Estamos pasando por un momento muy peligroso actualmente,
porque las fuerzas que se ocultas tienen unos planes
muy definidos. Y si respondemos a sus planes —porque cada vez conocemos
más su forma de operar— con agresión, enojándonos o
faltando el respeto, entonces estamos haciendo lo mismo que ellos.
Así que tenemos que emplear
la fuerza y el potencial que nunca hemos utilizado en nuestro planeta
porque se manipuló y se prohibió. Se hizo uso y abuso de esta fuerza en
canciones y en la literatura, y la gente la emplea como... no sé cómo.
Pero la palabra «amor» no es
una palabra, es una fuerza. Es la base del universo.
Así que lo que podemos
hacer es llegar al interior y al mismo tiempo contemplar, meditar y
actuar. Organizarnos. A menudo le digo a la gente joven de Bélgica,
los Países Bajos y otros países: «Por
favor, organícense. Hablen de sus causas, hablen de sus miedos y
sentimientos. Coméntenlo entre ustedes». Estudien y también mediten.
Empiecen a reunirse y escuchar una bonita melodía, lo que les guste,
lo que les parezca bonito. Paz y armonía, hay que empezar por ahí.
Empiecen con un texto bonito y coméntelo.
Organícense porque la mayor
fuerza en nuestro planeta es la organización del sentimiento más
profundo que posee el ser humano: el amor.
Lo más importante ahora en
este periodo de nuestra evolución es no derrochar nuestro combustible,
nuestra energía. No.
Se trata de usar el combustible que tenemos dentro de la
lámpara de nuestro cuerpo. Nosotros somos las vírgenes, las vírgenes
sabias,
las almas sabias. Y el «novio» no es otra cosa más que una inmensa
energía que atraviesa nuestro sistema solar y la Tierra y que afecta a
todos los seres vivos. También
aquellos que piensan que nos pueden dominar están siendo
afectados
por esta energía.
Y puedo decirte desde lo
más profundo de mi corazón que si se quiere en los próximos dos años,
dos años y medio, la revolución más grande de todas habrá terminado y
dará
lugar a una nueva posibilidad. Si deseas mayor poder y más riqueza,
entonces eres un ser humano muy, muy pobre.
Así que mirando a la
cámara, mi mensaje está especialmente dirigido a esas personas. No
estoy acusando. No estoy juzgando. Por favor, si estás escuchando esto,
mírate a ti mismo: ¿Es este tu destino; saquear el planeta y quedarte
con todo, causar hambre, alterarlo todo? ¿Es este
tu verdadero objetivo en la Tierra?
Estoy absolutamente
convencido de que existen fuerzas, abundante amor que cambiará
la situación actual... no en el sentido de «Deux ex machina», nadie
vendrá a decirnos: «Muy bien,
limpiaremos esto por ustedes».
Primero
tenemos
que
limpiar
el
planeta
a
través
de
nuestra libre
acción. Nunca lo olvides. Nunca digas: «Lo dejamos en manos de Dios».
En lo más profundo de
nuestros corazones yace la chispa de Dios, así que nosotros tenemos que
hacer el trabajo. Nunca podremos resolver los grandes problemas de
nuestro planeta a través de la
violencia o la agresión.
Liberémonos de las
perturbaciones.
Tenemos que ir más allá de los problemas;
más
allá
de
las
religiones;
más
allá
de los sistemas políticos; más allá de los sistemas sociales.
Y lo que es más importante para los jóvenes, tenemos que ir más allá de
nuestros miedos.
Únanse. Mediten. Recen de
la forma que quieran. Comparte tu experiencia. Únanse —a nivel nacional
e internacional—. La llamada al despertar no es para que luchemos a
través de la agresión, sino para despertar nuestra conciencia, porque
la
consciencia es una energía muy fuerte. Es la energía más fuerte en todo
lo que existe, en todo.
Así que volviendo al tema
de la esperanza, la esperanza es la base de la vida, pero no en el
sentido de que mañana llegará tu felicidad. No, la felicidad es posible
únicamente ahora si decidimos despertar. No somos
cuerpos separados. No
somos descendientes del mono. No
somos personas atrapadas en la materia, ¡ni ninguna de esas teorías
descabelladas! Si de verdad posees un mínimo de inteligencia,
descartarás esas
teorías. Tú eres «that» en el verdadero significado de la
palabra, en sánscrito significa que eres consciencia absoluta, amor,
luz.
Así que al final de nuestro
viaje... y actualmente estamos llegando a una especie de final en el
que todos los factores de los patrones kármicos se están uniendo muy
rápidamente en nuestra vida individual, en nuestra vida en familia, en
nuestros países. Lo vemos a nivel de los líderes políticos: ¿Cuántos
líderes sirven realmente a su pueblo? Si lideras un pueblo, tienes que
servir a ese pueblo. La palabra «ministro» significa «sirviente».
Estoy absolutamente
convencido de que todo cambiará en los próximos dos o dos años y
medio. Por favor, a todos aquellos que estén escuchando: aprovecha la
oportunidad para
cambiar. Incluso aquellos que piensan «puedo aferrarme al
planeta», no puedes ni
siquiera aferrarte a tu cuerpo. No eres tu cuerpo. No puedes conservar
tu vida. Eres una partícula, una partícula preciosa dentro de la
totalidad del cuerpo que denominamos universo por la que circula a
cada instante, día y noche, en todos los ciclos, la fuerza de la
consciencia.
Así que, ¿qué podemos
hacer? Hay que volver a quiénes somos. Esa fue tu primera pregunta. Mi
vida fue y continúa siendo un viaje. He descubierto muchas cosas y
he decido actuar. Y al mismo tiempo meditar, escribir y publicar mis
libros
con un único objetivo: siempre eres un vehículo, un mensajero. Así
que...
BR: Justamente ese es el
significado de tu nombre, ¿verdad? ¿Estoy comprendiendo bien su
significado?
MM: En parte sí. «Messing»
en el lenguaje alquímico significa «aquel que establece relaciones con
todo». Ese es el primer significado de mi
nombre.
BR: ¡Qué apropiado!
MM: Sí, así que estableces
relaciones con todo lo que es. Y en ocasiones las personas desconocen
el significado de sus nombres. El nombre no está ahí porque sí. Las
historias sobre la creación siempre nos dicen que los
nombres y los números son muy importantes. Tienes que permanecer un
momento en silencio y preguntarte: ¿Qué
significa
mi
nombre? Con esto
no quiero decir que siempre sea importante en
todos los casos, para
todas las personas, pero a veces el nombre es un acuerdo.
Así que sentí que tenía que
hacerlo. Para mí no existe otro camino. Es lo que me dijo el maestro en
el bosque: «Tienes que
realizar tu dharma». Y
luego sientes que cada día, incluso en los momentos difíciles —porque
claro que hay momentos difíciles—, pero te sientes protegido, sientes
que el amor
te está
guiando y que cuando te veo, a ti o a otras personas, me veo
a
mí mismo. Veo al mismo ser. De modo que si te golpeo, o si le lanzo una
piedra a otra
persona, en realidad me lo estoy haciendo a mí mismo.
Así que por favor paren con
los muros en Israel. Paren con los muros en China, con el antiguo
muro de Berlín, con el nuevo muro en Egipto. Los muros significan que
estamos ante una situación de separación. Toda la belleza de las
personas,
la diversidad de color y religión son todos una
raza
del mismo sol.
BR: Sí... los muros
invisibles que existen entre nosotros mismos, que nos separan como
personas y que en muchos sentidos —pese a que vivimos en la era
electrónica— son en realidad más fuertes que
antes.
Hace muchos, muchos años en
la época de la Gran Depresión cuando la gente estaba realmente en
apuros se ayudaban los unos a los otros. Y ahora no estoy tan seguro
de que la gente esté dispuesta a extender su mano y ayudar a otros,
porque vivimos aislados espiritualmente, en soledad, pese a que estamos
conectados electrónicamente. Y aquí tenemos una paradoja.
Y una de las cosas que
vengo diciendo, estoy seguro de que estarás de acuerdo, es que
necesitamos restablecer la idea, el concepto de «comunidad»....
comunidad en el verdadero sentido de la palabra: unión; comunidad
como raza humana. Todos estamos aquí en esta nave denominada Tierra.
Debemos responsabilizarnos de todas las personas, todos los animales,
todos los ecosistemas que se están destruyendo, de todo aquello que no
está bien. No se acabará todo de repente en dos años.
MM: No, por supuesto que no.
BR: Pero lo que tú dices,
si
entiendo bien, es que tenemos toda una ventana de oportunidades que aún
está abierta para que podamos alcanzar un punto de inflexión donde
seamos capaces de reivindicar la situación como nuestra. Y después de
que esto suceda me atrevo a sugerir que habrá un largo periodo de
limpieza por realizar, porque hemos convertido este lugar en un
desastre. Y todo
tiene que ver en parte con nosotros... suena como una afirmación, pero
en realidad es una pregunta. Me interesa mucho saber qué opinas al
respecto.
MM: Creo que estoy de
acuerdo con muchas de las cosas que dices. En primer lugar, el mundo
electrónico es únicamente un sustituto, es un mundo virtual y por lo
tanto como decía anteriormente, lo puedes utilizar. Pero si lo
utilizas, hazlo conscientemente. Porque lo que realmente importa es lo
que decías antes: la comunidad y la verdadera esencia que podemos ver
en nuestros ojos. Y no digo: «que veo
en tus ojos», sino «en nuestros ojos».
Así que la jaula de la
revolución electrónica también tiene un efecto adverso en nuestro
cuerpo, en nuestros cuerpos sutiles. Y ellos lo saben ¡claro que lo
saben!
Intentan tirarnos toda esta tecnología para que entremos en la jaula. Y
únicamente podemos cambiar esta situación si somos conscientes.
No creo que todo el mundo
vaya a cambiar en los próximos meses o años. Es imposible. Y creo que
la naturaleza está dando más posibilidades a aquellas personas que no
pueden despertar en este momento, porque la serpiente está una vez más
mordiéndose su propia cola.
Aquellas personas que
encuentren la libertad, que sean completamente libres, quizás como dice
la tradición budista regresen en otro momento, como bodhisattva para ayudar, como Padmasambhava con muchas manos
para ofrecer ayuda.
Esto también
quiere decir
que el 2012 no es el final. Más bien se asemeja a lo que tú denominas
como punto de inflexión. Ahora tenemos muchísimas posibilidades. A
veces será peligroso, a veces será duro. Por favor, trata de estar
tranquilo y de moverte con la corriente, y al mismo tiempo actúa sin
actuar.
Estoy seguro de que el
mundo después del 2012 —en este sentido estoy de acuerdo con los Mayas—
cambiará enormemente. Todos los que están en la política haciendo
grandes negocios, grandes cantidades de dinero, grandes planes...
[sonríe] ¡Perdón! Se me escapa una sonrisa porque ellos creen que son
los arquitectos. Y no es así, no lo son.
No es que lo haya aprendido
en la iglesia, la sinagoga o la mezquita; aprendí de mi propia
consciencia que el verdadero arquitecto no se encuentra en una Logia
Francmasónica, ni en cualquier otra tradición esotérica. El verdadero
arquitecto, «archè tecta», significa que no somos nosotros los
constructores del universo. Nosotros somos un manantial, una gota en el
océano de la consciencia. Y si nos unimos [une las palmas], eso es
«namasté» en la tradición oriental,
significa que la dualidad es una, entonces eres el océano. Y no puedes
afirmar con el ego: «soy el océano».
El
océano
está
allí.
Así que vamos a
transitar un periodo muy importante, un periodo repleto de sorpresas.
Creo
que sucederán muchas cosas. La posibilidad está allí para que muchas
personas despierten, para que despierten a la verdad, a la pregunta de
quiénes y qué somos, para darnos cuenta de que somos todos hermanos y
hermanas, que no podemos comprender la creación si no respetamos a los
animales, las plantas, las piedras. Todo lo que existe aquí en nuestro
planeta cumple una función. Si robas petróleo o extraes oro es porque
no te
das cuenta de que cumplen una función en el
cuerpo de la madre Tierra.
Y no sirve decir: «eres un
ladrón» porque todos usamos esos
recursos. Por
favor, no construyas un muro: «ellos
son los malos, nosotros los buenos». Tenemos que darnos cuenta de
que todo está interconectado. Eso es lo que me enseñaron los maestros
budistas: «Pattika
Samu pada». Significa que
todo tiene una consecuencia.
Me gusta usar de ejemplo
que hasta un pequeño ternero que se halla, por ejemplo, entre miles de
vacas siempre encuentra a su madre. Lo mismo ocurre con los actos,
siempre
encuentran
al actor. Lo que siembras, recoges. Hasta las fuerzas que creen poder
dominar el planeta no deben olvidar que este orden —y no me
refiero al Nuevo Orden Mundial— es el orden que constituye la base de
la armonía de nuestro universo. Así que algún día recogerás aquello que
siembres. Y puede que pienses: «Para
eso falta mucho». Pero el momento
llegará.
Así que debemos ejercitar
cosas más profundas como la compasión y el perdón, porque podemos
ayudar a los demás e incluso a nosotros mismos si somos capaces de
permanecer unidos a la fuerza del perdón. Porque si no tenemos la
capacidad del perdón, entonces la semilla del karma será la causa de
más sufrimiento. Únicamente al descubrir en profundidad por qué suceden
estas cosas, creceremos en compasión, perdón y entendimiento.
Así que en parte, este no
es
«mi» mensaje, sino el mensaje de lo que
considero el periodo más
importante de la evolución humana: Por favor, basta de hacer tus
propios proyectos a lo grande. Escucha las voces de la Madre Tierra.
Escucha las voces de nuestro sistema solar. Mira lo que está
sucediendo. Mira lo que le está sucediendo al sol, que está cambiando
enormemente. Mira los planetas, que también están cambiando muchísimo.
Se está produciendo una revolución en nuestro sistema
solar.
¿Y qué hace la mayoría de
la gente? Hace nuevos proyectos. ¡Es una locura! Deténgase. No es
demasiado tarde. Nunca es demasiado tarde.
Es demasiado tarde si no
comprendes lo que quiero decir con «nunca». Entonces se cierran las
puertas, como puedes leer en el Evangelio oculto de María Magdalena,
una de las mujeres más sabias. La iglesia la convirtió en prostituta
pero en realidad era una mujer iniciada muy educada. En una de sus
escrituras, Epistis
Sophia, hay un texto
precioso: «Por favor,
cuando
llegue el final de los tiempos —que es el momento en el que todo el
patrón kármico llegará a su fin— atraviesa
la
Puerta
de
Luz
porque
nunca
se
sabe
cuándo se cerrará esa puerta».
Atrévete. Es una aventura, una gran posibilidad para dejar de
sufrir.
BR: Marcel Messing,
muchísimas gracias. Hermosas palabras. Vamos a transcribir y traducir
esta entrevista. Hay muchas personas que hablan esta y otras lenguas
que necesitan escuchar lo que has
aprendido a lo largo de tu vida. Sé que eres un mensajero,
que todo este conocimiento ha llegado a ti. Eres un portavoz de la
verdad y ejerces esta función en representación de miles de personas
que
están comunicando tanto como pueden la verdad que sienten están
empezando a comprender. Esto se hace más evidente para nosotros día a
día. Muchísimas gracias por el papel que desempeñas en todo esto. Estás
interpretando un rol muy, muy importante.
MM: Sólo puedo decir:
gracias, hermano.
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Bill Ryan
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